No estoy seguro de mi seguro...

Si con algo soy muy exigente es con la salud de mi familia (creo que la mía me importa un carajo, soy un adicto a las frituras) así que pago medio sueldo sólo de seguro médico. Por lo regular no me gustan los doctores y las salas de emergencias no las aguanto ni en la serie "E.R.", pero en estos días le dio ameba a mi hijo mayor y tuve que arrancar para una clínica cuyo nombre me reservaré... así que le llamaremos "Centro Medico Arroz Integral" (que buen camuflaje!!!), bueno, para empezar cuando llegué al centro con mi niño, el pasillo parecía una colmena de hormigas... DIANTRE cuanta gente!!! y hacia un calor de mil cojones (unidad de medida patentada por un servidor) porque el aire central estaba dañado, el caso fue que después de un rato la doctora me chequea al cacon y me le diagnostica la enfermedad, así que nos manda a emergencias para que lo ingresen a una sala para ponerle suero y mantenerlo en observación, llegamos a la sala y presento el carnet del seguro para que autoricen el internamiento y ahí empezó mi odisea:
Para comenzar estuve casi dos horas en la sala de emergencias esperando una supuesta autorización del seguro, ya cansado de esperar decido tomar la salten por el mango y llamo al seguro para ver que pasa, en ese momento un operador me informa que la solicitud del ingreso le había llegado apenas unos 15 minutos antes de que yo llamara, es decir que estuve 1 hora y 45 minutos sentado pendejamente mientras a alguien le daba la gana de llamar, cuando por fin logro el ingreso solicito una habitación privada... y que creen..?, NO ME LA DIERON, dizque que no habían disponibles, así que me mandaron para un semi-privado con otro paciente.
Ya resignado me quedo en el semi con mi hijo y me preparo para pasar la noche en la clínica ya que mi esposa tenia que cuidar a nuestra hija menor de 1 año; hasta las 11 de la noche todo transcurrió tranquilo, me la pase viendo el cable hasta que me dió sueño, pero para mi sorpresa no podía acostarme en la camilla de mi hijo porque ambos tenemos mal dormir y podía arrancarle el suero accidentalmente, en la otra cama ya había un niño como de 2 años que lo habían internado y el único mueble que había en la sala era para dos personas, y les aseguro que descubrí lo hábil que soy para el sexo tantrico, porque me puse de mil maneras tratando de acomodarme en el maldito silloncito hasta que finalmente busqué una silla plástica y me acomode en forma de "L" con el cuerpo en el mueble y los pies sobre la silla. La primera dificultad fue tratar de dormir, la sala tenia un aire split que sonaba como si todos los piñones se le fueran a desprender y eso lo hacia cada 5 minutos, además el termostato estaba defectuoso, por lo que el frío era insoportable y yo solo tenia una toalla para arroparme (hombre al fin, en lo que menos pensé fue en llevarme una sabana), después que coji un sueñito, el carajito de la otra cama me despertó como en cuatro ocasiones con sus gritos... Carajoooo como gritaba el condenado, ese carajito lloraba con guto (sí... sin "S") y no niego que en la cuarta ocasión me cruzo el leve... pero muyyy leve pensamiento de "si vuelve a llorar le tapo la boca con el pote del suero..." y MILAGROOOO, el carajito me leyó el pensamiento y no volvió a hacer ni "ji".
Todo iba de maravilla, hasta que llegó el segundo caballo de mi Apocalipsis... una enfermera que en dos ocasiones (especialmente el la parte mas dulce de mi sueño) me prendió la luz en plena cara, dizque para medir el suero, de pronto ya era de día y yo solo había dormido unas 2 horas... no imaginan como me pasé el día, todo "abobao" del sueño y muerto del cansancio.
La vaina es que a pesar de tener un seguro "full" la pasé como si hubiera ido a un hospital público, en definitiva me seguiré preguntando si valdrá la pena seguir pagando tanto por este seguro... la verdad... no estoy seguro...